DESPLAZAMIENTOS Y DESAPARICIONES

Un día/ te sale al paso la miseria. La observas
y no puedes creer que existan niños
sin pan, sin ropa, sin cuadernos, sin padre.
José Emilio Pacheco
No todo está perdido. Hay jornadas que alimentan la esperanza. Este miércoles 27 del
presente es un ejemplo de que los esfuerzos desde la sociedad y desde el Estado pueden
complementarse, y concluir en logros significativos que contribuyan a la paz y a la
gobernanza. En el Congreso del Estado se desarrolló el segundo encuentro con familiares
de desaparecidos, organismos y personas interesadas en el tema de desapariciones forzadas.
Hay cuatro iniciativas de ley registradas y se consulta a los asistentes con el fin de elaborar
una final que se convierta en la ley de la materia.
A la misma hora, pero en la sala de audiencias a grupos sociales de la Secretaría de
desarrollo social, se llevó a cabo una reunión entre el titular de dependencia, el secretario
de salud, el director de la vivienda en el estado, el director de derechos humanos del
gobierno del estado, Secretaría de economía y la Coordinadora estatal de desplazados. No
pude estar en los dos eventos por razones obvias. Aunque el tema de la desaparición
forzada de personas es en buena medida la razón de mi participación social, busqué estar
presente en la reunión de los desplazados porque en ella se resolverían algunos de los
problemas centrales que exigen solución desde que el problema se generó allá por 2009 y
que se acumula en la medida en que crece el fenómeno del desplazamiento interno.
Sé que en el segundo encuentro en el Palacio legislativo fue muy productivo, pues a las
reflexiones del primero se suman nuevas inquietudes y propuestas, que aportan nuevo
material para los legisladores que en comisiones y en pleno se encargarán de elaborar y
aprobar la nueva Ley de desapariciones forzadas. Los diferentes grupos de familiares han
estado muy activos en propuestas y este miércoles no fue la excepción. Nuestros mejores
deseos de que alcancemos una buena legislación y que las puertas de la voluntad de la
autoridad estatal se abran para que contemos también con una política pública que ponga
fin a la impunidad en materia de desapariciones forzadas y que detenga esa práctica que
profundiza la herida abierta en 1975 con la desaparición de Lourdes Martínez Huerta.
En la reunión con desplazados se dieron pasos importantes en la concreción de medidas que
resuelven algunas necesidades improrrogables. La utopía se abre espacio en el berenjenal
de los imposibles. De entrada el doctor Efrén Encinas recibió la lista de personas que
requieren atención por problemas de salud física o emocional. A partir del lunes próximo
desfilarán ante el personal médico especializado. Es su compromiso. En otro renglón,
Salvador Reynosa, director de vivienda informa que se ha localizado un lote en el punto
llamado La Raqueta o Los Acantos en Mazatlán, que puede ayudar al alivio de la situación
de vivienda que se demanda por los desplazados del sur del estado. También informa que
hay reserva territorial disponible en Guasave y Choix. No lo hay en Culiacán y Guamúchil.

También se informó que se está en vías de comprar alrededor de mil 100 estufas para los
desplazados y que se han entregado fondos para cinco proyectos en el sur de 21 solicitados.
Y se informa que para proyectos productivos para el centro y norte del estado se entregarán
dos y cinco millones respectivamente para proyectos productivos. Quedando pendientes la
localización de terrenos en Guamúchil y Culiacán. Hay un problema pendiente que debe
atenderse a la brevedad: la redefinición de las zonas que tendrán la presencia de la Guardia
nacional, pues Concordia y algunas zonas del norte del estado no están contempladas para
ello, a pesar de las emergencias que se siguen presentando en ellas. Se hizo la promesa de
gestionar una reunión con las autoridades a quienes corresponde definirlo.
El miércoles marcará un hito en el quehacer público de Sinaloa, pues en la medida que se
cumplan los acuerdos, se fortalece el Estado de derecho en Sinaloa, la esperanza sube un
peldaño y la paz se encamina sobre un terreno menos resbaladizo. Si la Ley sobre
desaparición forzada de personas toma cuerpo sobre en las demandas, inquietudes y
certezas de los familiares, organismos sociales y de personas interesadas en el tema, su
contribución en la atención del problemas de las desapariciones forzadas será grande. Si la
Ley obliga a reglamentar el trabajo cotidiano de quienes son responsables de la seguridad
ciudadana mucho se podrá prevenir en el terreno mencionado. La disposición de recursos
para el trabajo de búsquedas y de investigación debe ocupar un espacio como asunto
mayor.
Qué bueno que la jornada del miércoles fue posible en Sinaloa, ello habla muy bien de las
posibilidades y capacidad que tenemos los sinaloenses para atender tareas y emergencias
como las mencionadas. Ojalá se repitan con frecuencia. El país, nuestro estado y la paz
social lo necesitan. Vale.
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