Altoparlante

Insulto y burla

Por Juan Manuel Partida Valdez

Para nada es casual que el presidente de la república decida que la venta de cachitos de la rifa del avión que no es del avión inicie el mismo día de “El 9 Nadie se Mueve”, en el que millones de mujeres en el país se manifestarán por el respeto a sus derechos y en contra de la violencia de género.

Con todo propósito y en cínico valemadrismo, López Obrador insulta al sexo bello y se burla de sus muy legítimas y justas demandas.

Nos vuelve a demostrar que es un ser humano de lo más miserable.

Varias veces hemos pensado que peor no puede estar, pero rápidamente nos desmiente.

No tiene madre, dijera la raza.

Ninguna explicación cuerda tienen esas necedades de faltarle el respeto a las mexicanas de manera tan grave y tan reiterada.

Hay que estar rematadamente loco para pretender que las féminas deben callar ante la escalada de agresiones, violaciones y asesinatos, no pocos de éstos enmarcados en el rango de los feminicidios.

Vuelvo a preguntar e invito a la reflexión: ¿en serio nos merecemos un presidente de la república tan mezquino, tan criminalmente irresponsable, tan prepotente y tan autoritario?

AGUAS

Lástima, Margarito.

La Organización Mundial de la Salud corrigió desde Suiza al gobierno de México por la forma como se atienden acá los primeros casos de coronavirus.

Que no hay todavía ninguna medicina contra este padecimiento, y que nada existe para asegurar que el virus muere o puede ser controlado en “altas” temperaturas.

Para que nos quede claro, según la OMS se realiza en nuestro país un manejo poco responsable del problema.

Con la advertencia de que el número de casos crecerá de manera sensible si no se toman las medidas de prevención que a nivel mundial se han recomendado.

DICTADORES

Ciertamente, Graciela Domínguez y los suyos quieren reformar la ley de la Auditoría Superior del Estado para pisotear su autonomía y convertirla en sumiso títere del poder político mayoritario en el legislativo y el ejecutivo.

Se sienten seguros ganadores de la próxima elección por la gubernatura y con el control del Congreso del Estado, y aspiran en ello a una ASE que “investigue” y que apruebe o desapruebe según lo que ellos le ordenen.

Para explicarlo mejor, tener una nueva ley que les permita castigar o solapar a conveniencia los robos de los dineros públicos.

No les basta el uso faccioso de la “democracia” en el pleno, con mayorías que imponen por la fuerza y hasta de manera ilegal sus caprichos.

Prefieren la dictadura, el autoritarismo completo para que los informes lleguen “planchados” y no andar luego haciendo sus bochornosos papelitos.

Eso de la transparencia, la rendición de cuentas y la honestidad definitivamente no se les da a los de la cuarta transformación. Por más que continua y cínicamente nos presuman lo contrario.