EL EXPEDIENTE DE LA ESPECULACIÓN
Felipe Guerrero Bojórquez
¿A quién creerle? A los que dicen que Ismael “El Mayo” Zambada se entregó al gobierno de Estados Unidos junto a su ahijado Joaquín Guzmán López, a los que afirman que el hijo de “El Chapo” Guzmán traicionó a su padrino o a quienes aseguran que ambos fueron atrapados por el FBI y la DEA.
De entrada, algunos de los expertos de renombre en temas de narcotráfico miente, o sus “fuentes” del más alto nivel les ofrecen datos falsos. Lo que vemos entonces es que el gobierno de los Estados Unidos está jugando con todos: Con los analistas, con los medios de comunicación más importantes y con el gobierno de México.
¿Y quién conoce la verdad que hasta ahora no se ha querido revelar? Obvio, el presidente Joe Biden, el Departamento de Estado, la DEA y el FBI. Lo demás hasta ahora ha sido pura especulación, porque hasta hoy ni una de las versiones ha sido confirmada por fuentes oficiales estadounidenses.
Lo que sí queda absolutamente claro es que este caso revela que el gobierno de México ni por enterado se dio y apenas anda investigando que si fue en un avión u otro donde fueron trasladados los susodichos, si la aeronave tenía matrícula o no, si despegó de Hermosillo o de otro punto del país, que el piloto, que la hora y que a Chuchita la bolsearon. El ridículo y lo que le sigue.
Por supuesto que hay reflexiones basadas en la pura lógica de lo que en este caso pudo haber ocurrido, con datos y antecedentes concretos que se acercan más a la realidad. Pero hasta ahí. No es fácil dilucidar en torno a dos hombres poderosos que un día se esfuman así nomás porque sí, y ¡zaz! de pronto aparecen en manos de los gringos.
Incluso hay otras versiones más avezadas, fantasiosamente interesadas, o en su caso pueriles, que le otorgan a “El Mayo” y a su ahijado el don de la ubicuidad, en el sentido de haber estado al mismo tiempo en Culiacán y en Texas; en Culiacán supuestamente reunidos con el Maestro Héctor Melesio Cuén, y que por ello a éste lo asesinaron, y a la vez se encontraban en un aeropuerto de la frontera de Texas esposados por la DEA y el FBI.
A las 3 de la tarde hora local, el hombre del sombrero y el chapito ya estaban apareciendo en los medios nacionales e internacionales y el ataque a balazos contra Cuén, atípico del crimen organizado y de roba carros, se produjo al filo de las 10 de la noche. ¿Entonces a qué horas fue la reunión?
¿Y por qué contra Cuén? Unas de las tantas especulaciones, en este caso las de Juan Alberto Cedillo publicadas en Aristegui Noticias, también involucran al gobernador Rubén Rocha. Según el especialista en estos temas, Cuén habría acudido a “El Mayo”, a través de un emisario, para que intercediera ante el mandatario estatal respecto al ya conocido conflicto entre ellos y que para esto Zambada le pidió a Joaquín Guzmán López se reunieran con el ex rector para tratar el tema. Cuenta que ahí en esa reunión fue donde los hombres de “El Chapito” sometieron a “El Mayo” y se lo entregaron amarrado a los agentes de la DEA, quienes también acudieron a esa reunión. Así de fácil, como quitarle el chupón a un bebé. Y también así de fácil el chapito se entregó luego de la traición. Nada, ni un disparo ni un rasguño, nada de violencia extrema. Ahh! Y luego los gringos de ahí se fueron a una pista entre el monte, subieron a padrino y ahijado a un avión y juímonos hasta Texas. Así de facilito.
Según Juan Alberto Cedillo, quien construye esta historia a partir de lo que le dijo “el emisario de Cuén”, el también fundador del Partido Sinaloense habría acudido a “El Mayo” para “que mediara en su pugna con el gobernador Rubén Rocha Moya a quien presuntamente el Cartel de Sinaloa financió su campaña”. También así de fácil y delicado el argumento, ya que sin esta última pieza el relato no encaja, queda mocho y la reunión entre «El Mayo», Guzmán López y el Maestro Cuén pierde su razón de ser. Los guionistas de Netflix se quedan cortos.
La verdad es que esta trama de la detención o entrega de “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, no solo ha desnudado al gobierno mexicano respecto a las organizaciones criminales y de frente a la incursión unilateral de los Estados Unidos para frenar el grave problema del tráfico de fentanilo, sino a especialistas en el tema y medios de comunicación que, hasta ahora, lo único que nos han vendido son especulaciones.