«NO ESTAS SOLO». ¿Y LA SOCIEDAD SINALOENSE?
Trabado en Sinaloa, sin agenda visible y con una credibilidad lesionada, el gobernador Rubén Rocha se fue a la Ciudad de México a buscar respaldo institucional, pero también político; es decir, a politizar en el centro del poder lo que social y estratégicamente no ha logrado en su estado.
Fue una agenda, más que para controlar daños, dirigida a convencer a sus correligionarios de MORENA de que Pepe el Toro es inocente. Una visita donde le aplaudieron y utilizaron el poder del Congreso de la Unión para eximirlo de cualquier responsabilidad, en esta guerra cruel e interminable que padece el centro y sur del estado. Pero una cosa es lo que digan o crean los legisladores del partido oficial y otra la dramática realidad de la guerra.
¿A que acudió realmente el gobernador a la CDMX? Rocha acudió al centro del poder no para reconocer que Sinaloa es víctima de actos de violencia que mantiene encerradas y con miedo a miles de familias, sino para decir que es inocente de lo que lo señalan, que no pasa nada y que todo es obra de los adversarios de la 4T. Es decir, se dedicó a echarle más leña al fuego que a tratar de apagar la lumbre.
Y como en los tiempos del viejo PRI, el priismo-morenismo, haciendo uso abusivo de la más alta tribuna de la nación, y en lugar de condenar los hechos violentos que mantienen paralizadas las actividades centrales en buena parte de Sinaloa, se dedicaron a corearle: «No estás solo, no estás solo, no estás solo». ¿Solo ante quién? ¿Ante los sinaloenses que solo claman paz, tranquilidad y que exigen termine este infierno? ¿A eso fue el gobernador a la CDMX? ¿A buscar el respaldo político en contra de buena parte de la sociedad afectada por la violencia? ¿En contra de la realidad inocultable? ¿En contra de una sociedad que está en su absoluto derecho de exigir que se aplique la ley, de cuestionar y señalar al gobernante ante su incompetencia?
¿No está solo señor gobernador?. Entonces dígale a sus amigos senadores y diputados de MORENA que se vengan a Culiacán a vivir por unos días, para que entiendan que usted sí está solo y que vive encapsulado entre blindajes del más alto calibre y una centena de hombres armados que lo protegen día y noche.
Que vengan a Sinaloa a solidarizarse con las cientos de familias a las que le han secuestrado un hijo, un padre, un hermano, un pariente y que, algunos, no han aparecido y otros hallados muertos; que vengan a solidarizarse con las familias encerradas por el miedo en cuanto cae la noche; a solidarizarse con los empresarios y cientos de comerciantes que bajaron las cortinas, y con los niños que sufren las consecuencias emocionales de la guerra. Que vengan los senadores y diputados de MORENA, si tienen la más mínima sensibilidad, a caminar por entre la soledad de las calles nocturnas en manos de los delincuentes. Que el «no estás solo» se conviertan, con su presencia, en «no están solos» y que aquí llegaron, en cuerpo presente, para coadyuvar a la causa de la pacificación. Claro, eso es mucho pedirle a la demagogia y a la mezquindad, y a quienes no se tocan el corazón para mentir.
En este espacio lo hemos escrito muchas veces:
«Sea responsable o no de lo que se le imputa al gobernador, la crisis de seguridad ya está instalada y los hechos de violencia, por sí mismos, son ya suficientes como para exigirle al gobierno de Sinaloa que cumpla con el compromiso constitucional de darle protección y seguridad a los sinaloenses.
Si estuvo Rocha o no en Estados Unidos, si acudió o no a Huertos del Pedregal donde según la FGR secuestraron a «El Mayo» Zambada y habrían asesinado al Maestro Héctor Melesio Cuén, el punto es que la guerra sigue y que el gobierno no la ha podido frenar». Hasta aquí.
Por supuesto, el gobernador Rubén Rocha está en todo su derecho de acudir a las instancias institucionales en busca de apoyo para atacar el grave problema de inseguridad que padece Sinaloa, pero a lo que no tiene derecho es a politizarlo y a tratar de minimizar un asunto que él mismo padece y del que también tiene responsabilidad.
Tienen derecho los legisladores a apoyar a Rocha, a lo que no tienen derecho es a abandonar al pueblo de Sinaloa. ¿Hasta ahora se manifestaron? Si, hasta ahora, y lo hicieron en un tono como si el gobernador fuera la víctima de un complot donde gente interesada está inventando hechos violentos que no existen, gente que no quiere a Sinaloa y que solo busca dañar la imagen del señor gobernador que, juró y perjuró ante los suyos, está gobernando fielmente con los principios de la 4T.
Y entre los legisladores hubo algunos, como el senador Ignacio Mier, quien dijo que en el estado, la semana pasada, apenas habían asesinado a cinco personas y que se habían registrado más muertes en otras regiones del país. A parte de una respuesta mezquina, dijo una mentira que ofende al pueblo de Sinaloa y que, al mismo tiempo, no ayuda a su defendido.
Pero el problema sigue y demostrado está que no hay poder que lo pare. Ah. Si, si hay. Ya lo dijo el General Jesús Leana Ojeda: Hasta que las facciones en pugna se pongan de acuerdo. De ese tamaño es la falta de autoridad y de ese tamaño es el problema.
Cuanta razón tenía el General.