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Los aranceles propuestos por EE.UU. amenazan el progreso y la cohesión de América del Norte

*El proteccionismo fractura la integración económica regional, encarece productos y pone en riesgo empleos e inversiones

Ciudad de México, a 3 de marzo.- Hoy, ante las recientes propuestas del gobierno de Estados Unidos para imponer aranceles a México y Canadá, desde la International Chamber of Commerce México (ICC México), expresamos nuestra profunda preocupación porque estas medidas, lejos de proteger intereses genuinos, amenazan con fracturar una región que históricamente ha prosperado gracias a la cooperación y la integración económica, poniendo en riesgo la estabilidad y el bienestar de millones de ciudadanos.

Si bien es comprensible que cada nación busque salvaguardar su seguridad y proteger a sus industrias, resulta imperativo que cualquier acción de corte proteccionista se analice en profundidad para evitar desencadenar consecuencias económicas adversas que afectarían a todos los socios comerciales. La mera anticipación de estos aranceles ya ha encendido tensiones tanto en los ámbitos gubernamentales como en la ciudadanía de México, Estados Unidos y Canadá, evidenciando la urgencia de buscar soluciones colaborativas y de largo plazo.

Entre los potenciales efectos negativos que podrían derivarse de estas medidas están: 1) el incremento de costos de producción que también erosiona la competitividad de sectores estratégicos de la región; 2) la potencial reducción de la fuerza laboral o incluso la reubicación de las empresas afectadas, lo cual pone en riesgo miles de empleos y afecta la inversión en capacitación y desarrollo del capital humano; 3) la pérdida de confianza de los inversionistas ante la volatilidad generada por medidas proteccionistas; 4) el encarecimiento de los productos finales, afectando el poder adquisitivo de los consumidores en los tres países y 5) la disrupción de cadenas de suministro que ya están altamente integradas, en las que los insumos y componentes cruzan fronteras múltiples antes de transformarse en productos finales.

Finalmente, la imposición de aranceles puede sentar un precedente peligroso, impulsando a otros países a adoptar medidas similares en respuesta y provocar un efecto en cadena que podría llevar a una escalada en el proteccionismo, generando una polarización comercial que desincentive la cooperación y el intercambio de bienes y servicios. La pérdida de un entorno colaborativo y predecible no solo afecta la economía, sino que también socava las relaciones diplomáticas y el marco regulatorio que han permitido el desarrollo de una región interconectada y resiliente. Ello resulta especialmente inquietante en el contexto de la próxima revisión del Tratado México – Estados Unidos – Canadá (T-MEC) en 2026, momento clave para reafirmar y actualizar este pacto histórico.

La imposición de estos aranceles representa un obstáculo que frena el progreso y pone en jaque la cohesión que ha permitido a la región prosperar durante décadas. En lugar de acercar a los países, esta medida eleva barreras que encarecen los productos, debilitan a los productores y afectan a millones de familias al reducir su poder adquisitivo. Lejos de resolver problemas estructurales como la seguridad o la migración, alimenta un clima de incertidumbre que podría minar la estabilidad y el futuro de una alianza que históricamente ha impulsado el crecimiento común. Desde ICC México, hacemos un llamado a reafirmar el compromiso con el comercio libre y justo.